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Dolor vulvar. Vulvodinia

Dr. Alejandro M. Salvó para Ginecosalud

 

Debemos diferenciar dos grandes grupos de dolor vulvar, los que ocurren por una causa en particular, como consecuencia de lesiones o traumatismos en la región y aquellos que sin causa aparente producen dolor agudo o crónico a veces de larga data. A este último grupo se lo denomina vulvodinia. Si bien esta afección puede o no estar relacionada con una patología de importancia, siempre implica un gran abanico de alteraciones en la esfera psicosexual de la paciente.

Con causa aparente

Cuando esto sucede, puede el dolor vulvar estar asociado a un traumatismo, muchas veces no recordado por la paciente. Lesiones o contusiones durante el coito, reacciones de tipo alérgico o irritación por el contacto con químicos o sustancias irritativas.  También producen dolor ciertas afecciones de la piel o mucosa vulvar  como por ejemplo la infección por herpes o el chancro blando. La vulvitis por hongos o vulvitis micótica, cuyo síntoma principal es la picazón y el ardor, puede ir acompañada también de dolor. Otras veces éste está asociado a la realización de un tratamiento local, cirugías, topicaciones, criocirugía, laser, etc. Este dolor puede ceder en un corto plazo o terminar haciéndose crónico.

Sin causa aparente  o vulvodinia

La vulvodinia no es una afección muy frecuente.  La padece entre el 1 y el 5% de las mujeres en alguna etapa de sus vidas independientemente de su edad. Es motivo de consulta de algunas pacientes que ya han recorrido varios consultorios ginecológicos sin encontrar una respuesta a su problema.  Esta afección produce aparte del gran malestar en la paciente, importantes repercusiones en su salud psicosexual.  Las causas no están esclarecidas. El médico ginecólogo deberá realizarle un interrogatorio muy preciso y un examen muy minucioso de la región para descartar las posibles causas. Se le pedirán algunos estudios complementarios para ayudar a esclarecer la causa del dolor. De no arribar a un diagnóstico de certeza se catalogará como un dolor sin causa aparente o vulvodinia.

El área de dolor puede involucrar parte o toda la vulva hasta las proximidades del ano. Se puede manifestar también como sensación de ardor, dolor punzante, percepción de pulsación o latidos y quemazón. Dentro de este grupo podemos incluir a aquellas mujeres que padecen dolor en la entrada de la vagina, esto se denomina vestibulitis vulvar.

La vulvodínia puede ser constante  o provocada por el tacto o la presión de la zona. En los casos de vestibulitis vulvar las pacientes suelen manifestar dolor con las relaciones sexuales (dispareunia).

Dentro de las posibles causas de esta patología, que se asocia con un examen visual normal de la vulva, están las alteraciones psicológicas que producen vulvodinia , el vaginismo, la contractura de los músculos vulvo perineales, trastornos a nivel de las terminaciones nerviosas  de la región o enfermedades de la columna vertebral que irradien el dolor a la zona vulvar.

El tratamiento del dolor vulvar será orientado en primer término a solucionar el origen de las afecciones que lo producen. En los casos de vulvodínia donde no hubiera una causa aparente,  el tratamiento se establecerá con diversos medicamentos desde antiinflamatorios hasta psicotrópicos siempre encarado dentro de de un contexto psicosexual que pudiera incluso requerir de la ayuda de un psicólogo y/o sexólogo.

Es muy importante consultar siempre con su ginecólogo cuando presente dolor en la zona genital. Es muy importante que su médico elimine todas las posibles causas de dolor tratable en la vulva.